El secreto del éxito de un programa como 'Vaya Semanita' está relacionado con el desenfado con que trata temas hasta ahora considerados tabú, como la política vasca o los estereotipos sexuales de los habitantes de un idílico pueblo como Amoroto. El show ha seducido a personas de cualquier ideología, algo bastante inusual en una Euskadi donde existen periódicos, teles, radios y hasta bares adaptados a cada punto de vista.
Y como no podía ser de otra manera, 'Vaya Semanita' ha llegado a un Parlamento Vasco alimentado de desconfianzas, intereses particulares y enfrentamientos muchas veces artificiales. El popular Carlos urquijo pidió al director de EITB, Andoni Ortuzar, que aclarase si la desaparición del programa estaba relacionada con que en él se hubieran traspasado "las líneas de lo políticamente correcto para pasar a resultar molestas a la dirección del Ente".
Las sospechas del parlamentario del PP podrían resultar creíbles -algunas frases de los Sántxez y de otros personajes no son precisamente alabanzas del lehendakari o del partido en el poder- pero están profundamente alejadas de la realidad. EITB no está molesta con 'Vaya Semanita' sino más bien lo contrario, porque le ha permitido alcanzar cotas de audiencia hasta ahora impensables. Así lo afirma el propio Andoni Ortuzar en su respuesta parlamentaria: "ETB se siente orgullosa del programa. Lo hemos seguido emitiendo todos los jueves durante el verano y hemos editado un libro con sus guiones".
En realidad, lo único que ha ocurrido es que el programa ha tenido tanto éxito que Bainet, la productora de Karlos Arguiñano, ha fichado a sus principales estrellas para replicar el formato en TVE, que tiene más dinero, claro está. Como consecuencia, Pausoka, que realizaba la serie hasta ahora, ha tenido que recurrir a las figuras de menor postín para poder mantenerlo en parrilla. ¿Cambiarán el desenfado y atrevimiento con el nuevo equipo? Es posible, aunque lo dudamos.